GUATEQUE DESBOCADO
Una de las experiencias que más me ha marcado ha sido… FIESTA FIN DE VERANO 2013. Os cuento…
PRELIMINARES
Loca de mí, una tarde calurosa de Agosto, rodeada de invasores, me dejé llevar por su baile de hormonas (inconsciente …) e iluminada, no sé muy bien porque, me ofrecí a organizar una fiesta de Fin de Verano.¡¡Qué alboroto!! ¡¡Qué alegría!! ¡¡Qué emoción!!.
Nos pusimos manos a la obra, adecentamos el garaje, colocamos luces, buscamos un DJ, compramos bebidas, encargamos la comida… Y por supuesto, no faltó la estupenda Bola de discoteca (uno siempre fiel a sus principios)… La pista de baile de Saturday Night Fever era un birria comparada con mi garaje.
Como organizadora de eventos, y entregada 100% a la causa, no se me ocurre otra idea más maravillosa, estupenda y genial, que invitarles a dormir sin darme cuenta que iba a convertir mi casa en una comuna. Sí, habéis leído bien… COMUNAAAA!!!!…OLE!…YUHUUUU!!!!
Por supuesto, no iba a permitir, bajo ningún concepto, que no se cumpliesen unas normas de etiqueta en la vestimenta para este evento «CHIC»: Chicos con pantalón largo, camisa o polo y Chicas con vestido o falda y tacones. Había diversidad de edades: Mayores (18-23) con ideas claras y Medianos (14-17) con ideas dispersas.
INVITACIONES
Lunática y Abismo crearon sendos eventos en sus redes sociales para invitar a su «Fiestuqui». Confirmando asistencia unos 40 invasores…
He de decir, que, gracias a este guateque, he conocido a muchas madres que inquietas y recelosas (#agenteCIA) me llamaron para contrastar la información que sus retoños les habían dado. Efectivamente, ¡¡y no faltaría más!! Yo iba a estar presente en esta impresionante, fantástica y rutilante gala.(No me lo iba a perder ni por todo el oro del mundo…). Consciente de mis limitaciones físicas (aunque os parezca mentira, no soy omnipresente) me busqué, entre mis colegas madres, una voluntaria para compartir las tareas propias de un buen #agenteCIA. Os presento a PICOLETA.
Picoleta y yo decidimos compartir las tareas de control, espionaje, avituallamiento y organización. Asumiendo nuestro gran empaque, necesitábamos un clan de matones y que mejor que Huracán (novio de Lunática y pinta de marine) & Company para ayudarnos en esta misión.
LLEGADA DE LOS INVITADOS
A medida que pasaba el día señalado, fueron llegando los asistentes. Ellos colocaban, aleccionados en habitaciones , sus pequeñas mochilas. Ellas arrastraban desfallecidas sus maletones a las habitaciones asignadas . Al observar, el tamaño de su equipaje, me invadió una duda existencial…¿Les habré invitado a pasar una semana y no me he dado cuenta?. Seamos realistas, una cuando se va gustando pierde el horizonte.
Picoleta y yo, inmersas en los últimos retoques, empezamos a contemplar el desfile de modelos masculinos… ¡¡Qué Guapos!! ¡¡Qué monos!! ¡¡ Elegantes!!…Al rato (largo…muy largo) Picoleta me mira con los ojos fuera de las órbitas, roja como un tomate, e incapaz de articular palabra, me señala con un gesto de cabeza el pasillo… preocupada por su expresión, me giro, observo, vuelvo la vista a Picoleta de nuevo, blanca como un papel y solo soy capaz de decir… ¡¡Qué barbaridad!!…
El desfile femenino Junior comenzó. Os describo: Retales como camisetas donde lo que más se lucía era la lencería, cinturones vs faldas que seguían sin tapar la ropa interior, zancos en vez de tacones (que por supuesto no dominaban) y para rematar el atuendo, el maquillaje y el peinado eran propios de una fiesta de Carnaval. En este momento de intensa contemplación, mudos, Picoleta me susurra: » Y digo yo…, ¿les dejamos a cada una, 15 eurillos para terminar de vestirse?» con los ojos llorosos de risa mire a los chicos de alrededor y tenían la misma cara de sorpresa que nosotras… y me quedé mucho más tranquila cuando Lunática & Company aparecieron sonriendo preguntando si la fiesta era de disfraces.
Y LA FIESTA COMENZO…
Todo en marcha, Huracán como barman, la música sonando a todo trapo, Picoleta como vigilante jurado y yo sin parar de moverme de un sitio para otro. Con tanto jaleo, Picoleta y yo coincidíamos en el mismo lugar, de vez en cuando para intercambiar impresiones.
Yo.- Picoleta, pásate por la pista de baile, que no tiene desperdicio la forma de bailar…¡de un sensual!
Picoleta.- Quita, Quita…que acabó de sacar a puñados a tres de una habitación…
Cinco minutos después…
Picoleta.- ¿Tienes un botiquín a mano? (Sonríe) Hay una pareja explorándose contra la arizónica…¡Pobre chica! ¡qué arañazos!…
Cuarto de hora más tarde…
Yo.- ¡Por dios! ¡qué cariñosos que son todos! ¡¡Mire por donde mire, no paran de besarse!!…
Media hora…
Picoleta.- ¡¡¡Dime que tienes llaves para las habitaciones!!! ¡¡Ay, Señor!!… ¡¡Qué entusiasmo!!… Uff, Uff,Uff
1 Hora…
Yo.- ¡¡¡Ha caído toda la comida!!! ¡¡No me extraña!!… ¡¡Menudo desgaste físico!!!…
Picoleta.- ¡¡Oye Guapa!! ¡¡ Ahora te toca la vigilancia en las habitaciones!! ¡¡Qué trajín!! ¡¡Qué insistencia!!… y solo llevamos una hora…
Y la noche siguió su rumbo… ¿Qué tendrá la Generación del 98?
MENCIONES ESPECIALES
Debo resaltar algunas anécdotas por peculiares… Un par de gemelos que no se creían el éxito que estaban teniendo… al día siguiente se enteraron que habían intercambiado fluidos salivares con la misma chica… y ella a su vez se enteró que no eran el mismo…
La fiesta fue internacional. Una invitada trajo a una americana que acababa de aterrizar en nuestro país. La impresión general fue que estaba embarazada… pero NO. Rarita deambulaba por la casa como alma en pena, ofreciéndose al mejor postor… y ante las sucesivas negativas masculinas decidió irse a dar una vuelta sin avisar. Nuestro equipo de apoyo salió raudo y veloz detrás de ella y la devolvió al redil después de una ardua persecución por toda la urbanización.
A mis oídos llegaron de diferentes fuentes, principalmente masculinas, la facilidad de entrega de una chica junior sin prejuicio ninguno a cerca del sexo. Cuando el número de esparcimiento superó 6 diferentes en menos de una hora, decidí intervenir. Aparté a esta chica hacia un lado y le hice partícipe de mis pensamientos… lloró. Me dio pena y tuvimos nuestro rato de conversación…(creo que le hacía falta una buena charleta).
Cuando la fiesta llegaba a su fin, acerqué a algunos vecinos a sus nidos… La noche no dejaba de sorprenderme… Un invasor de 20 años me tiró fichas ante mi estupor…
Lo que pasó a partir de las 5 de la mañana… es secreto de sumario…